viernes, 11 de septiembre de 2015

SEGUNDO DÍA DE CLASE = PRIMERA EXCURSIÓN DEL CURSO


                                                            * Procedencia de la imagen

No temáis. No voy a describir todos y cada uno de los días lectivos del curso. Simplemente, lo he querido hacer con estos dos primeros porque creo que el planteamiento que he presentado puede resultar interesante para todos vosotros, sufridos compañeros de profesión.

Antes de terminar la primera sesión, les planteé a mis nuevos alumnos la siguiente cuestión: "¿Qué os parece si mañana, viernes, nos vamos de excursión?" Silencio en el aula, miradas de escepticismo entre la concurrencia, gestos de sorpresa, apenas ninguna exclamación... "Lo digo en serio. Si os apetece, mañana nos vamos a pasar el día en la montaña. Tenéis que coger el almuerzo y, si hace buen tiempo, bañador y toalla, porque allí hay una piscina donde os podréis refrescar...". Ahora sí. "BIEEEEEN. Sí que queremos. ¡Cómo moooooola!". 

Y eso es lo que hemos hecho hoy, en nuestro segundo día de clase del curso. La experiencia es maravillosa, y muy bien valorada tanto por el alumnado, en general, como por el profesorado implicado. Con ello reforzamos ese objetivo de "conquistarles" desde el primer minuto, ganarnos su confianza  y estima. Incluso noto que mi autoridad también sale reforzada, gracias a todo esto que he comentado con anterioridad. Además, también he podido observarles en un ámbito diferente al del aula, ver cuáles son sus relaciones naturales y qué comportamiento tienen en un espacio de aprendizaje informal. Y todas estas observaciones, por supuesto, las recojo sobre la marcha (¡qué gran invento, Evernote!) y las registro luego en mi cuaderno del tutor. Todo ello formará parte de mi evaluación inicial.

Por otra parte, también puedo seguir trabajando y reflexionando sobre las inteligencias múltiples, o habilidades, como las llamamos en clase. Hemos comentado quién ha subido con agilidad y a quiénes les ha costado bastante más (inteligencia cinestésica-corporal) y también hemos tomado consciencia de que algunos recogen la basura que dejan después de almorzar de manera natural y a otros hay que decírselo porque su tendencia es dejarla allí donde han desayunado. Y cómo algunos se cuelgan de los árboles y romperían ramas si no les dijéramos nada, claro está, que no es el caso (inteligencia naturalista). Ellos mismos se están dando cuenta de que los que destacan en unas habilidades (o inteligencias) no lo hace en otras. Así pues, se ha terminado de ya para siempre hablar de los listos de la clase y de los burros. En mis aulas no hay de eso, sino que hay diversidad, y como tal hemos de empezar a valorarla y a respetarla.

Y hemos terminado la sesión, dedicando 10 minutos ya en el aula, sentados y con tranquilidad, hablando de cómo ha ido la mañana, qué les ha parecido empezar así el curso, qué les ha gustado más y qué cambiarían. Aunque de momento les cuesta todavía expresar sus opiniones (¿miedo, vergüenza, falta de costumbre?), sus escasas intervenciones son interesantísimas y me serán de gran utilidad para revisar la organización de esta salida de cara al próximo curso.

A partir del lunes seguiré trabajando durante toda la semana el resto de las inteligencias múltiples, intentando sorprenderles día a día. Pero eso ya no lo describiré aquí tan exhaustivamente, para no agotaros. 

1 comentario:

  1. Ojalá siguieras describiendo cada una de tus clases, se aprende mucho de lo que escribes. ¡Sigue así!

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