jueves, 10 de septiembre de 2015

EL PRIMER DÍA DE CLASE


                                                          * Procedencia de la imagen

¡Pues ya hemos empezado un nuevo curso! Para mí, el primer día es importantísimo, sobre todo cuando empiezo con un grupo nuevo de alumnos y alumnas. Es un algo parecido a lo que sucede cuando te enamoras: la primera impresión, marca.

Por eso me gusta cuidar bien los detalles e intentar causar una buena primera impresión en mi alumnado. Estoy convencido de que esta jornada inicial es básica para que se "enamoren" de mí, aunque sé que luego tendré que ganármelos día a día. ¿Cómo he planificado este día de hoy? Voy a contaros, a grandes rasgos, en qué ha consistido:

En primer lugar, la clase la había dejado patas arriba, conscientemente. Antes de abrirles la puerta, les he reunido fuera del aula y les he dicho que ésta era su clase, que yo iba a abrir y que ellos podían hacer con ella lo que quisieran. ¿Cuál es el objetivo de esto? Fundamentalmente, implicarles desde el principio y hacerles responsables de cuidar y mantener en orden la clase en la que van a trabajar todo el curso. En segundo lugar, aunque de manera indirecta, lanzarles el mensaje de que ellos van a ser los protagonistas en su aprendizaje, y yo solamente seré un actor secundario. Y en tercer lugar, aunque no menos importante, observar qué rol adopta cada uno cuando se les deja libertad. Es decir, ver y registrar quién asume la iniciativa y quién parece más pasivo; qué líderes hay y quién se deja llevar; qué relaciones se establecen entre ellos y qué compañías buscan... Es un momento muy interesante, porque las reacciones de sorpresa que les causa esta primera propuesta son sorprendentes, y nunca son iguales de unos grupos a otros. 

Después, hemos pasado un buen rato comentando una serie de fotografías que había colgado yo por toda la clase. Cuando han entrado, antes de decidirse a colocar sus pupitres, han estado observándolas y hablando de ellas, porque había muchos personajes conocidos y de actualidad. Estas fotos recogían, sobre todo, múltiples acciones, pero trataba de ilustrar las múltiples inteligencias que trabajarán a lo largo del curso. Es muy enriquecedor preguntarles a quiénes de los personajes que aparecen en las fotografías consideran inteligentes y a quiénes no. Todo este diálogo me sirve para reflexionar son ellos acerca de las diferentes habilidades que poseemos cada uno de nosotros, y como unos destacan en unas cosas y otros en otras diferentes. También para empezar a introducir el tema de la diversidad y el respeto hacia la misma. 

Con todo esto, ya se nos ha hecho la hora del recreo, que hoy lo hemos adelantado un poquito al no estar todavía los compañeros de Secundaria en el centro. El periodo de después del patio ha sido ya algo más previsible: tocaba organizar el material de clase, repartir las agendas y rellenarlas, hablar de las normas de convivencia...

No sé qué les habrá parecido a mis alumnos cómo he planteado este primer día de clase. Yo, por mi parte, me he quedado muy contento de sus reacciones y del trabajo realizado. Obviamente, hay margen para la mejora, así que reflexionaré más adelante junto a ellos, recogeré sus valoraciones, y con todo eso ya tendré un "feed back" maravilloso para intentar causar una mejor impresión todavía en el inicio de curso siguiente.

Y si el primer día es importante, el segundo todavía lo va a ser más. ¡Ya os lo contaré!

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