lunes, 30 de junio de 2014

SE ACABÓ EL CURSO (hora de hacer balance)





Terminó un nuevo curso, y es un buen momento para hacer balance del mismo. Cierto es que el profesorado solemos estar agotados a estas alturas del año, que el cansancio acumulado nos hace ver el futuro bastante negro, y el pasado tirando a gris, por eso he dejado pasar unos días, y con una perspectiva más serena y relajada, seguro que puedo ser crítico a la vez que objetivo.

Voy a empezar hablando de lo puramente docente. En este sentido estoy más que satisfecho. Los resultados obtenidos por el alumnado con el que trabajo han sido buenos, en general. Pero centrarse en las calificaciones sería muy simplista por mi parte, y no haría honor a todo aquello que he venido reivindicando desde este mismo blog. Mi mayor satisfacción reside en haber iniciado un proceso de cambio metodológico desde la pequeñez de mi aula. Este curso, he intentado (con mayor o menor éxito), introducir nuevas formas de hacer, salir de la rutina del libro de texto, la pizarra y la libreta. Y, mi sensación es que la mayoría de ellas han funcionado y el alumnado ha aprendido cosas que de otra forma no habría alcanzado. Especialmente, en lo que se refiere a procedimientos, a maneras de hacer las cosas. He conseguido dejar en en segundo plano los conceptos y nos hemos acercado un poco más a las competencias básicas. Todo ello contando, por suerte, con la total aceptación de mi compañera de nivel y empujado por la dirección del centro. Sin duda, sin estos dos grandes apoyos, nada de lo que he ido proponiendo hubiera sido posible.

Con todo, mi satisfacción no es total. Creo que hay muchos aspectos todavía en los que puedo mejorar, y en los que tan solo he iniciado el camino. Uno de ellos es, evidentemente, la programación del currículo por competencias. Es cierto que he implantado unidades didácticas competenciales en prácticamente todas las áreas que imparto, pero con ello no habré llegado a cubrir ni un 10% del currículo. Ahora mismo sigo teniendo una dependencia demasiado grande del libro de texto, y todavía no termino de ver el momento idóneo para desprenderme de ellos (aunque ya confesé en una entrada que veo necesario suprimirlos de nuestras aulas). El segundo gran aspecto en el que creo que debo seguir profundizando reside en la evaluación del alumnado. Todavía sigue pesando demasiado el examen escrito ordinario, lo cual favorece a un determinado tipo de alumno, pero no facilita la incorporación de las competencias básicas de forma definitiva en mi programación.

En segundo lugar, quiero valorar también mi actividad formativa. Todos los cursos tengo la tentación de tomarme un respiro este aspecto, pero luego llegan a mis oídos algunas propuestas que me resultan irresistibles. De toda la formación adquirida en este curso, sin lugar a dudas, la más floja de todas ellas ha sido el curso organizado por la Conselleria de Educació de la Comunidad Valenciana para obtener el certificado de inglés, nivel C1. La he superado, pero la propuesta de la Conselleria ha sido muy floja, el nivel lingüístico no corresponde en absoluto a un C1, y la organización de la formación deja mucho que desear. Por contra, mi mayor descubrimiento en este curso han sido los MOOC. No conocia este concepto, pero tan pronto como lo descubrí, he realizado dos. El primero, sobre los Entornos Personales de Aprendizaje (por culpa de ese MOOC, tengo yo ahora este blog); y, el segundo, sobre Aprendizaje Basado en Proyectos. Creo que, en ambos cursos, he aprendido mucho y me encuentro muy motivado para aplicar aquello que he aprendido en el aula en la que me toque trabajar el próximo curso.

Por último, quiero realizar una valoración del curso a nivel profesional. A lo largo de este curso se nos han planteado numerosos retos, varias propuestas de cambio importantes para el siguiente curso. Hoy, puedo decir con orgullo que el colegio José Arnauda me ha permitido, a mí y a todos mis compañeros, participar activamente en todo este proceso de cambio. De tal manera que no siento que nadie me haya impuesto nada, sino que he podido elegir qué quiero hacer, cómo quiero trabajar, de qué modo me gustaría que se organizara el centro... Me siento muy afortunado por ello, sobre todo, cuando contrasto este modo de proceder tan habitual en mi colegio, con las imposiciones que sufren otros compañeros de profesión que trabajan en otros colegios. Es cierto que la forma de actuar de las administraciones educativas provocan muchos sinsabores, momentos de incertidumbre... Sin embargo, creo que en nuestras manos está decidir qué futuro queremos para nuestras escuelas. Y, aunque en ocasiones, tenga ganas de dejarlo todo, me gusta tanto mi profesión que me iré de vacaciones con una lista de tareas que quiero hacer este verano, la mayoría de ellas pensando, ya, con ilusión en el siguiente curso.

lunes, 9 de junio de 2014

DESCRIPCIÓN DE UN PROYECTO: CREACIÓN DE UNA MICROEMPRESA


Cualquier acción formativa que se realice es positiva para el profesorado, por supuesto que sí. Además, últimamente viene potenciándose muchísimo, tanto a nivel legislativo como de las direcciones de los centros, lo cual, sumado a las enormes posibilidades que ahora nos ofrecen los medios tecnológicos (MOOCs, cursos online...) implica que quien no se forma, es porque no quiere...

Sin embargo, en demasiadas ocasiones la formación teórica no se lleva a la práctica, con lo cual pierde mucho de su sentido en una profesión como la docencia. En esta entrada me gustaría describir un proyecto de aprendizaje que he realizado con mis tutorandos desde comienzo de este curso 13-14.

El objetivo principal del proyecto consistía en hacer entender al alumnado, de 6º de Primaria, que el dinero "no cae del cielo", que a sus familiares les cuesta trabajo ganarlo, y, por tanto, indirectamente, se está atacando también el consumismo desenfrenado y la falta de importancia que dan a gastar dinero en trivialidades. Para ello, y tomando como excusa la financiación de su viaje de fin de curso, en el mes de septiembre se les planteó la posibilidad de crear y organizar su propia "microempresa", dando para ello, los pasos que se enumeran a continuación:

1.- Definición de producto: tras una lluvia de ideas y varias sesiones de debate, entre todos acordaron organizar una feria, en la cual no se ofrecería un producto determinado, sino en entretenimiento, un servicio.
2.- Organigrama: eligieron un director, un subdirector, dos contables, un equipo de márketing y varios equipos de trabajo.
3.- Fecha de apertura: el alumnado planteó la posibilidad de realizar su feria el mismo día que se realizaba el festival de actividades extraescolares (que empezaban a las 18:30h), cubriendo así el periodo que abarca desde las 17:00h. hasta las 18:30h.
4.- Preparación de material: cada grupo dispuso de un número de sesiones lectivas para preparar todo el material necesario para su puesto.
5.- Realización de la feria
6.- Dación de cuentas y evaluación del proyecto.

Durante la fase de desarrollo del proyecto, se trató de simular (en la medida de lo posible) las condiciones en las que se podrían encontrar si en un futuro emprendieran la tarea de montar su propia empresa. En un momento determinado, pudimos disfrutar de la visita del presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Alcoy y comarca, quien estuvo cerca de una hora trabajando con el alumnado, planteándoles todas las decisiones que deberían tomar y con qué situaciones se tendrían que enfrentar. Así, les hizo reflexionar y caer en la cuenta de la obligación que tendrían de pagar impuestos, para lo cual determinamos que una parte de los beneficios, a modo de impuesto, iría para el aula de educación especial del centro. También les hizo caer en la cuenta de que deberían pagar un alquiler por el espacio que fueran a ocupar, y por tanto negociaron con la dirección del centro un precio a satisfacer por ocupar el patio de infantil. Igualmente, hablaron sobre el dinero inicial que necesitarían para poner en marcha el proyecto, comprar material, etc.., cómo lo iban a conseguir (préstamo) y que deberían pagar unos intereses... Todos estos conceptos se han ido aplicando a lo largo del desarrollo del proyecto, y los contables han tenido que descontarlos de los beneficios que se obtuvieron tras la realización de la feria.

No quiero extenderme más en la descripción detallada de cada uno de los pasos dados, ni tampoco de las dificultades encontradas (que han sido diversas). La valoración final del proyecto ha sido absolutamente positiva, tanto por parte del profesorado responsable, como del alumnado y sus familias. Independientemente de los beneficios económicos obtenidos, que ascendieron a unos 400€ tras los pagos oportunos (cerca de 6€ por alumno participante), consideramos que su aprendizaje ha sido muy significativo y han tenido la oportunidad de conocer en la práctica qué implica montar un negocio y tratar de hacerlo viable.

Como aspecto fundamental de mejora, tras la evaluación realizada, señalaría que, en caso de volver a repetir la experiencia, cambiaría la temporalización. En este caso se empezó a realizar el proyecto en el mes de octubre, dedicando una sesión semanal de una hora para su desarrollo (nosotros utilizamos las sesiones de tutoría para ello). La verdad, se nos ha hecho bastante largo, y hay momentos en los que no veían la finalización del mismo, porque no se iba a poner en marcha hasta finales de mayo. Creo que podría ser mejor plantearlo como un proyecto a implantar en el centro durante uno o dos meses, rompiendo con el horario definido de asignaturas, y dedicar varias horas diarias al mismo.

Por último, si alguno de los lectores de esta entrada está interesado en conocer más profundamente el planteamiento y desarrollo del proyecto, puede contactar conmigo en mi dirección de correo electrónico: epeidro@colegioarnauda.org;  o bien vía Twitter, a través de mi cuenta @epeidro

De todo corazón, os recomiendo a todos que os planteéis la realización de esta actividad. Disfrutaréis con la misma, y os aseguro que vuestro alumnado también lo hará, al mismo tiempo que aprenderán conceptos del mundo empresarial y de la vida real que, de otro modo, no tendrán posibilidad de aprender.