La semana pasada os presenté la primera parte de esta reflexión (¿Cómo sentar a nuestro alumnado en clase? ) que quise compartir con vosotros, con la esperanza de que tuviera alguna utilidad y también os motivara a la reflexión. Consideré conveniente separarla en dos post distintos para que ninguno de ellos fuera demasiado largo y aburrido.
En la primera parte presenté cuatro distribuciones "clásicas", de las más utilizadas en las aulas de nuestros colegios. El propósito para esta segunda parte es dar a conocer otras tres distribuciones bastante menos frecuentes, quizá incluso desconocidas para algunos. En realidad, no pretendo descubrir nada nuevo (porque no lo es). Solamente se trata de ser un poco "divergentes" en nuestro pensamiento y plantearnos que la clase puede funcionar igual (o mejor) si la organizamos de diferentes formas en función de qué queramos conseguir en cada momento. Así pues, a ver qué os parecen estas tres distribuciones del alumnado en el aula:
5.- Círculo:
*Imagen escaneada del libro "Enseñar a nativos digitales", de Marc Prensky
Esta distribución, tal y como se dice en el pie de la fotografía, resulta ideal para cualquier tipo de debate o asamblea. En mi caso, la utilizo siempre con el alumnado para conversar con ellos en sesiones de tutoría, resolver conflictos, etc... Personalmente, me gusta sentarme con ellos, como uno más, en una silla como la suya y no en la mía del profesor, aunque es obvio que el rol de moderador del debate me corresponde a mí en la mayoría de las ocasiones. Es una disposición que os favorecerá mucho el diálogo y la toma de decisiones, que todos puedan expresarse libremente y, también, escucharse. Además, al no tener cerca sus pupitres, no tienen nada en las manos con lo que jugar y distraerse.
6.- Estructura dentro de U:
*Imagen escaneada del libro "Enseñar a nativos digitales", de Marc Prensky
Una variante de la clásica estructura en U de la que ya hablé en el anterior post. Sin embargo, mientras que en la anterior el maestro se sitúa en el centro de atención del alumnado, con un cambio tan sencillo como sentarles dentro de la U ya se consigue cambiar esa atención, y que ésta se sitúe en la tarea. Yo la suelo utilizar para la realización de actividades que requieran especial atención, como ejercicios de cálculo o resolución de problemas matemáticos, porque no necesitan ninguna explicación previa por parte mía, y además me permite controlar fácilmente su progreso sin que ellos estén pendientes de mí.
7.- Distribución libre:
*Imagen escaneada del libro "Enseñar a nativos digitales", de Marc Prensky
Y, por último, mi favorita y, por tanto, la más utilizada por mí a lo largo de mis sesiones. Como podéis ver en el esquema, se trata de una distribución libre, en la que cada alumno elige la forma de trabajar que mejor le conviene en función de su estilo de aprendizaje. No sigue para nada nuestro concepto clásico de que todos tienen que hacer lo mismo al mismo tiempo ni trabajar del mismo modo. Sin embargo, requiere de un trabajo previo de concienciación por parte del alumnado. Es conveniente haber pasado por todas las distribuciones anteriores, hacer una reflexión con ellos de qué ventajas e inconvenientes tiene cada una de ellas, cómo se encuentran más cómodos... Y, por supuesto, también es necesario analizar a posteriori cómo les ha ido, si han aprovechado bien el tiempo así, o si les hubiera ido mejor de otra forma.
Como conclusión final, me gustaría recordar una de las primeras recomendaciones que os di en la primera parte de este post: no tengáis una distribución estanca para un largo periodo de tiempo. Cambiad habitualmente, incluso varias veces al día, la forma en la que sentáis a vuestros alumnos. Con ello conseguiréis una dinamismo en vuestras clases mucho mayor del que hay en una clase fija.
En la primera parte presenté cuatro distribuciones "clásicas", de las más utilizadas en las aulas de nuestros colegios. El propósito para esta segunda parte es dar a conocer otras tres distribuciones bastante menos frecuentes, quizá incluso desconocidas para algunos. En realidad, no pretendo descubrir nada nuevo (porque no lo es). Solamente se trata de ser un poco "divergentes" en nuestro pensamiento y plantearnos que la clase puede funcionar igual (o mejor) si la organizamos de diferentes formas en función de qué queramos conseguir en cada momento. Así pues, a ver qué os parecen estas tres distribuciones del alumnado en el aula:
5.- Círculo:
*Imagen escaneada del libro "Enseñar a nativos digitales", de Marc Prensky
Esta distribución, tal y como se dice en el pie de la fotografía, resulta ideal para cualquier tipo de debate o asamblea. En mi caso, la utilizo siempre con el alumnado para conversar con ellos en sesiones de tutoría, resolver conflictos, etc... Personalmente, me gusta sentarme con ellos, como uno más, en una silla como la suya y no en la mía del profesor, aunque es obvio que el rol de moderador del debate me corresponde a mí en la mayoría de las ocasiones. Es una disposición que os favorecerá mucho el diálogo y la toma de decisiones, que todos puedan expresarse libremente y, también, escucharse. Además, al no tener cerca sus pupitres, no tienen nada en las manos con lo que jugar y distraerse.
6.- Estructura dentro de U:
*Imagen escaneada del libro "Enseñar a nativos digitales", de Marc Prensky
Una variante de la clásica estructura en U de la que ya hablé en el anterior post. Sin embargo, mientras que en la anterior el maestro se sitúa en el centro de atención del alumnado, con un cambio tan sencillo como sentarles dentro de la U ya se consigue cambiar esa atención, y que ésta se sitúe en la tarea. Yo la suelo utilizar para la realización de actividades que requieran especial atención, como ejercicios de cálculo o resolución de problemas matemáticos, porque no necesitan ninguna explicación previa por parte mía, y además me permite controlar fácilmente su progreso sin que ellos estén pendientes de mí.
7.- Distribución libre:
*Imagen escaneada del libro "Enseñar a nativos digitales", de Marc Prensky
Y, por último, mi favorita y, por tanto, la más utilizada por mí a lo largo de mis sesiones. Como podéis ver en el esquema, se trata de una distribución libre, en la que cada alumno elige la forma de trabajar que mejor le conviene en función de su estilo de aprendizaje. No sigue para nada nuestro concepto clásico de que todos tienen que hacer lo mismo al mismo tiempo ni trabajar del mismo modo. Sin embargo, requiere de un trabajo previo de concienciación por parte del alumnado. Es conveniente haber pasado por todas las distribuciones anteriores, hacer una reflexión con ellos de qué ventajas e inconvenientes tiene cada una de ellas, cómo se encuentran más cómodos... Y, por supuesto, también es necesario analizar a posteriori cómo les ha ido, si han aprovechado bien el tiempo así, o si les hubiera ido mejor de otra forma.
Como conclusión final, me gustaría recordar una de las primeras recomendaciones que os di en la primera parte de este post: no tengáis una distribución estanca para un largo periodo de tiempo. Cambiad habitualmente, incluso varias veces al día, la forma en la que sentáis a vuestros alumnos. Con ello conseguiréis una dinamismo en vuestras clases mucho mayor del que hay en una clase fija.
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