jueves, 13 de febrero de 2014

TIC EN EDUCACIÓN: ¿un fin o un medio?

                                          * Imagen tomada de www.bilingüismoytecnología.com

Aprovechando el magnífico curso que estoy realizando desde hace apenas un par de semanas sobre los Entornos Personales de Aprendizaje (PLE, de sus siglas en inglés), vengo reflexionando sobre todo este tema de las TIC y, más concretamente, su aplicación al ámbito educativo.
Como herramienta de gestión docente, estoy descubriendo conceptos que antes no conocía (y que podéis descubrir conmigo en mis entradas anteriores) y recursos fabulosos para ampliar mi red de contactos, gestionar el flujo de información que genera Internet, organizarla, compartirla... Hasta aquí, ninguna queja. Todo lo contrario, una de mis inquietudes es si debería compartir estos conocimientos que estoy adquiriendo con mis compañeros de claustro o dejarlo estar, para no correr un claro riesgo de que me lapiden en mitad del gimnasio por aumentar su estrés.
Pero como yo soy así de XXXXX (en este momento se me ocurren multitud de adjetivos y no me puedo decantar por uno de ellos; dejo que el lector me califique como considere más oportuno), no me resigno al uso particular de estos recursos para la gestión docente, sino que pienso en cómo aplicarlos al aula para mejorar la competencia digital del alumnado. En este punto, me he dedicado a obtener información de otros compañeros docentes, acerca del uso de las TIC en el aula. Y cuanto más la analizo y reflexiono sobre ella, más crece mi preocupación. Porque tengo la sensación de que, en muchos casos, el uso de herramientas digitales se ha convertido en un fin en sí mismo, casi en una obsesión. Y no sé hasta que punto esto es bueno.
Claro que es necesario introducir las TIC en el aula, y aumentar su presencia. Seguro que el "M-learning" es el futuro y tenemos que empezar a diseñar proyectos que lo incluyan. Pero pienso que en muchos casos (yo, el primero) realizamos el proceso de diseño de proyectos en el orden contrario al que deberíamos hacer. Por ejemplo, cuando nos planteamos usar las tablets en el aula. Tenemos claro que queremos que los alumnos las usen, pero no sabemos ni cómo, ni para qué. Solamente, que las tienen que usar sí o sí.
Ahora mismo estoy tratando de diseñar un PBL para implantar en el aula en el tercer trimestre. Me gustaría además que el alumnado pudiera usar sus tablets u otros dispositivos móviles. Y pensando qué podrían hacer me he dado cuenta de mi error. Creo que lo lógico sería elegir primero un objetivo. ¿Qué quiero que mis alumnos aprendan? La próxima implantación de la LOMCE puede ser una buena oportunidad para que los maestros empecemos a tomar decisiones sobre qué objetivos queremos trabajar, y diseñar nuestras propias actividades para conseguirlos. Y, una vez tenemos claro el objetivo y las actividades que podemos proponer al alumnado, es momento de pensar qué medios y recursos necesitamos para conseguirlos.
Porque percibo que el empeño por usar las TIC indiscriminadamente en el aula puede acarrear el desuso de otros recursos y habilidades que también serán muy útiles al alumnado en el futuro: trabajo en equipo, actividades manipulativas, expresión corporal...
Desde aquí, y siendo un convencido de que se necesita aumentar la presencia de recursos tecnológicos en nuestras aulas (pero para que el alumnado sea agente activo, no solo para visionar power point en el cañón de clase), abogo por un uso racional de las TIC, convenientemente mezclado con otras habilidades y actividades, digamos, más tradicionales. ¿No lo creéis así?

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo Enrique. Pienso que la educación y aprendizaje de todos debe ser integral. Tener claro hacia dónde vamos, es la base. Las TICTACTEP son sólo una herramienta, maravillosa y potente, pero sólo un medio para facilitar el aprendizaje de los alumnos y de nosotros mismos. En algunos casos, la competencia a adquirir puede ser el resultado de usar una aplicación. Siempre con un objetivo en la mira. Saludos.

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  2. Mi mayor preocupación es la sensación que tengo últimamente de que las TIC son la receta mágica para mejorar la educación. Y me preocupa que el empeño en usarlas nos lleve a hacerlo de forma abusiva e incorrecta, y dejando de lado otros recursos tan válidos como éste.

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