domingo, 13 de marzo de 2016

DEBER O NO DEBER: ESTA ES LA CUESTIÓN

                                                             * Procedencia de la imagen

Uno de los debates más recurrentes respecto al tema educativo en nuestro país en estos últimos tiempos es el de los deberes escolares. Os propongo un rápido y efectivo sencillo ejercicio. Se trata de realizar una búsqueda en google con las palabras clave "deberes escolares" (aunque podéis añadir cualquier otra relativa que queráis). Hay cientos de miles de artículos escritos al respecto. ¡Incluso podemos encontrarnos peticiones formales al ministerio de educación (vía la plataforma change.org) para solicitar que se prohíban por ley!

¿Qué está pasando en nuestro país? ¿Porqué esta mayoritaria corriente contraria a los deberes? Para intentar dar respuesta a esta cuestión, he preguntado tanto a profesores como a padres y madres de alumnos. No he interrogado a los propios alumnos, ya que su respuesta me parece más que evidente. En opinión de Juanjo Soriano, maestro de Primaria, "los deberes, sobre todo a cortas edades, deberían ser pocos o ninguno. En cualquier caso, tareas no diarias (2 veces por semana o algo así), que refuercen lo aprendido en clase, y siempre coordinando especialistas con tutores. También es importante, y mucho, el papel de las familias, no para que acompañen a sus hijos haciendo los deberes, o directamente para que los hagan ellos, sino para que supervisen. Los niños han de tener tiempo para jugar." Por su parte, Alejandro Barber, profesor de Secundaria afirma que "no manda deberes para casa. Las actividades las hacen en clase para poder ver quien entiende o no lo que están haciendo, puedo ayudar a los que no y controlo que todos trabajen. Intento inculcar hábitos de trabajo, ya que en casa tienen que estudiar para los exámenes." Y Carmen Frasquet, maestra también de Primaria piensa que "generalizar es una tontería. Por ejemplo, en un primero de primaria, o los padres apechugan y los niños ponen interés fuera de clases en los deberes o, como no vengan sobrados de infantil, pueden empezar a tener dificultades. Sin embargo, en inglés, como especialidad, mi experiencia es que siempre los hace a quien menos falta le hace hacerlos. Es una excusa para adelantar lo que del libro no puedes hacer en clase. En cambio, si hablamos del antiguo tercer ciclo, todo en clase es imposible si quieres que trabajen con cierta autonomía porque en las sesiones no da tiempo a mucho y más si son disruptivos y/o lentos. Es un recurso para no abusar en la especialidad e imprescindible en algunos niveles, no solo por adquirir los conocimientos más rápido, sino para crear hábitos."

Pasemos a los padres/madres. Éstas son algunas de las opiniones que he recogido:
Creo que el problema no son solo los deberes. Son los deberes, las extraescolares, y demás. Debido en la gran mayoría a que los padres trabajan hasta tarde, la gran mayoría de niños entre unas cosas y otras acaban a las tantas de hacer deberes. Y como es normal están cansados y les cuesta mas y parece que tengan una barbaridad. (Toni Soler)
A mi no me parece mal que tengan deberes, en una medida normal. Lo que no soporto son los trabajos en grupo, pienso que se deberían hacer en clase, ya que los niños deben divertirse con los deportes, tener clases particulares y demás, pero lo más difícil es juntarlos a todos para realizar el trabajo, ya que unos pueden otros no, y al final, hay follones. (Rosana Gosálbez)
- Pienso que a veces son excesivos. Muchas veces los chavales se desmotivan porque llegan a tal agobio que no pueden con todo. (Belén Juan)
Yo no entiendo el debate, creo que los deberes son buenos y necesarios como complemento a lo que se da en clase para reforzar el conocimiento. Los padres debemos ayudar más a los profesores para que estos hagan lo mejor que puedan su labor pedagógica. Reforzar la educación es fundamental, aprender es una necesidad. (Rafa Reig)
La obligación de hacer deberes en casa forma parte de una filosofía educativa que va en el camino de fomentar el trabajo, la responsabilidad y el esfuerzo que son los valores que deben fomentarse en las clases donde, a diferencia de lo que algunos dicen, de lo que se trata es de formar a futuros ciudadanos que sepan ganarse la vida por si mismos en mundo cada vez más competitivo. (José Luis Muñoz)
- Los niños deberían hacer las actividades en la escuela y traer a casa solamente lo que no terminen. Pienso que es mejor fomentar el hábito de estudio en casa, la lectura desde que son pequeños y progresivamente. Cuando la cantidad de deberes es desmesurada, los niños terminan hartos, cansados y desmotivados. ¡Y que decir de los padres! (Noelia Vañó)
- Pienso que deberían hacerlos en clase, entre otras cosas porque llega un momento en el que los padres ya no llegamos a ayudarles en determinadas asignaturas y determinados niveles. Una gran cantidad de deberes supone que no tengan apenas tiempo libre para ser lo que son: niños. (Javi Bernabeu)

Como podéis ver, hay opiniones en todos los sentidos, lo cual era previsible y natural, ya que de no ser así, el debate no existiría. Aunque sería muy interesante (valoraré la posibilidad de escribir otro post sobre ello) analizar las causas posibles que se han provocado esta problemática, no voy a hacerlo aquí para no alargar demasiado el texto. Prefiero centrarme en expresar mi propia opinión al respecto.

Dicho lo cual, empezaré por decir que coincido plenamente con la opinión expresada por Carmen Frasquet: generalizar no es posible. Creo que hay muchos factores a tener en cuenta. O sea, que ni siempre, ni nunca, ni a favor, ni en contra... Veamos algunos de estos componentes:

1.- Terminar en casa aquello que no se ha realizado en el colegio. También en este caso hay que analizar los motivos. ¿El alumno ha perdido el tiempo en el aula haciendo cosas que no debía? Si es así, tendría que llevárselo a casa. ¿No lo ha terminado nadie porque no han tenido tiempo? Entonces, hay que dejarles tiempo en la siguiente sesión para que lo hagan.

2.- Deberes sistemáticos. Hay muchos maestros que siguen teniendo la costumbre de mandar para casa tareas de forma diaria, ya que así pueden adelantar y terminar el libro de texto. Estoy absolutamente en contra de este hábito. Hay que perder el miedo a no terminar el libro de texto. Lo importante es la calidad de los aprendizajes, y mucha cantidad de deberes no garantiza esto.

3.- Periodos vacacionales. En principio, creo que se abusa mucho de los deberes en vacaciones, y esto supone un serio problema para las familias. Sin embargo, creo que también aquí se puede matizar. En los periodos vacacionales más breves (Navidades, Semana Santa...) yo, personalmente, no mando nunca deberes. Es tiempo para descansar y "cargar las pilas". ¿Y qué pasa con el verano? Es cierto que son muchos días los que tienen de vacaciones. Por tanto, aquellos alumnos que no han cumplido con sus responsabilidades a lo largo del curso, deben tener alguna consecuencia en forma de tareas a realizar obligatoriamente. Ahora bien, a quienes se han esforzado y han superado todas las asignaturas, solamente les suelo recomendar la realización de algunas tareas, tales como lecturas, ejercicios para recordar y repasar... Por supuesto, sin ninguna obligatoriedad.

4.- Visionado de vídeos, presentaciones o lecturas que sirvan para preparar la siguiente sesión. Aunque también estemos hablando de deberes, y por tanto, conllevan una obligación, estoy absolutamente a favor de la realización de estas tareas. La metodología del aula invertida implica, por parte del alumnado, tener que dedicar un tiempo en casa (no diario y no demasiado largo) para preparar lo que van a trabajar de manera práctica en clase. Creo que este cambio metodológico es bueno, no implica necesariamente la participación de las familias, y favorece un tipo de trabajo en el aula mucho más cooperativo y práctico.

Seguramente podríamos hablar de otras muchas circunstancias. ¿Se os ocurren algunas más? Ojalá este post propiciara un intercambio de opiniones rico y variado. Os animo a dejar vuestro comentario.

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