Llega el mes de mayo y con él se abre el proceso de admisión de
alumnos en los centros educativos. Es un momento trascendental, tanto
para los propios colegios como para las familias. Voy a centrarme en
este artículo en este último agente: las familias.
Decidir a qué colegio vas a llevar a tus hijos no es una cuestión
baladí. Todos queremos lo mejor para ellos, y el tipo de educación que
reciban será un factor clave en su crecimiento y determinará en gran
medida la clase de persona en la que se convertirán en el futuro. Por
ello, no queremos equivocarnos y puede que tengamos muchas dudas para
decidirnos por un colegio u otro. Hay quien lo tiene claro y sabe
perfectamente dónde quiere escolarizar a su hijo, bien porque ya tiene
hermanos mayores en ese centro, bien porque él mismo es antiguo alumno
de ese colegio. El caso es que lo conoce, le gusta y asume su propuesta
educativa. A todos estos, mi más sincera enhorabuena. Y suerte en el
proceso para que su hijo/a pueda entrar en el colegio elegido.
Pero también hay muchas personas a las que les cuesta mucho
decantarse por un colegio u otro. Sus dudas e incertidumbres son lógicas
y comprensibles, incluso me atrevería a decir que totalmente elogiables
porque ello implica preocupación por el futuro de sus vástagos. Esto se
manifiesta claramente en el aumento de asistentes a las jornadas de
puertas abiertas que todos los centros organizan y publicitan a bombo y
platillo, y en las campañas de márketing que la mayoría de colegios
están lanzando. Para todas estas familias, desde el doble punto de vista
de padre y profesional de la educación, ahí van una serie de consejos
que espero que les puedan ayudar a tomar una decisión correcta (y no se
arrepientan de ella):
1.- Elegid un colegio que esté cerca de casa.
Indudablemente, la comodidad a la hora de llevarlos y recogerlos debe
ser un factor importante que hay que poner en la balanza. Poder ir al
colegio andando y prescindir del coche es un lujo que no valoramos
suficientemente. Además, esto nos permitirá un mayor contacto y
comunicación con el centro, nos da facilidad para acercarnos al mismo
siempre que sea posible e, incluso, colaborar con ellos y participar en
las actividades que se nos oferten.
2.- ¿Enseñanza pública o enseñanza concertada? Si
bien es cierto que no son tantas las diferencias que hay entre un tipo
de centros y otros (aunque en estos últimos tiempos hay un interés
político por enfrentar ambos sectores), es importante tener claro qué
queremos, sobre todo si tenemos algún tipo de inquietud política que
pueda hacer que la balanza se incline hacia un lado determinado. Cuenta
la leyenda que se dio un caso de un padre que supo que sus hijas iban a
un colegio concertado cuando asistió a una reunión del AMPA… ¡de la que
él era el presidente! (y no es leyenda, lo he vivido yo en primera
persona).
3.- Visita el centro. Si ya lo has hecho en la
jornada de puertas abiertas, estupendo. Si no has podido hacerlo, no te
preocupes. Habla con la dirección del colegio, concierta una cita,
pregunta todas las dudas que tengas. Tal y como están las cosas, con la
bajada de natalidad que hubo en los tiempos en los que la crisis más
apretaba, seguro que te recibirán con los brazos abiertos. Y si no es
así…
4.- No te dejes impresionar por sus instalaciones y medios tecnológicos.
Si bien es cierto que ambos factores son importantes y que tienen un
impacto grande en nuestra primera impresión, puede que “no sea oro todo
lo que reluce”. Resulta mucho más importante conocer cómo se trabaja,
qué metodologías se emplean, qué proyectos se realizan… Un ejemplo
claro. Hay algunos centros que han apostado por el uso de tabletas en el
aula, para seguir haciendo lo mismo de siempre. Simplemente han
cambiado el soporte papel por uno digital que resulta más motivador,
pero que no implica necesariamente modernidad.
5.- Conoce su proyecto educativo… La educación que
reciban tus hijos dependerá fundamentalmente de él. Es mucho más
significativo y determinante que todos los medios tecnológicos e
instalaciones con las que se cuente. …y asúmelo. Ahí tienes la oferta
del centro. Estúdiala. Comprueba que se adapta a tus demandas y que
realmente se cumple. Y luego, no pretendas cambiarla para que el centro
se organice según tus necesidades. Esto, solo te provocará
enfrentamientos, discusiones y disgustos innecesarios e improductivos
(porque, casi con total seguridad) no lograrás que el colegio se adapte a
ti.
6.- Visita su página web. Allí podrás descubrir si
se trata de un colegio activo, vivo, que organiza numerosas actividades y
las da a conocer, abierto a la participación y colaboración de las
familias.
7.- Pregunta. Seguro que tienes familiares, amigos y
conocidos que llevan a sus hijos a todos los colegios en los que tienes
interés. Pregúntales a ellos qué tal les va, si están contentos…
Escucha a todos, fórmate tu propia opinión y decide tú mismo.
8.- Interésate por el factor humano. Mucho más
importante que la tecnología, las instalaciones y todos los papeles que
puedas ver, el factor determinante en la calidad de unos y otros es el
profesorado. Habla con ellos, pregúntales tus dudas… El trato que
recibas y la actitud que muestren hacia ti serán muy parecidos a lo que
luego pueda recibir tu hijo/a. Piensa que vas a confiar en ellos una
parte muy importante del crecimiento de tu hijo, así que tienen que
transmitirte eso, confianza.
Espero que estos consejos, escritos desde la más sincera humildad,
puedan serte útiles. Y, sobre todo, deseo que acertéis en vuestra
elección para que vuestros hijos e hijas puedan asistir felices al
colegio que vosotros hayáis escogido para ellos. Mucha suerte.
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