miércoles, 29 de octubre de 2014

CÓMO SER UN DOCENTE INNOVADOR EN TRES SENCILLOS PASOS

*Imagen tomada de www.docentesinnovadores.com


Innovación educativa (o metodológica, didáctica, pedagógica... no importa). Uno de los conceptos más socorridos y utilizados en estos últimos tiempos. Realicemos una búsqueda en Google con estas palabras, a ver qué sucede.... ¡Más de 280.000 resultados! ¡Cientos de blogs dedicados a la innovación! ¡Miles de videos! ¡Montones de experiencias! Asusta un poco, ¿no os parece?

Con este panorama, es lógico que muchos maestros sientan vértigo ante la propuesta de innovar. Por definición, los docentes somos bastante inmovilistas y tradicionales en lo que se refiere a metodologías y formas de enseñar (a nosotros, ¡que no nos saquen de nuestra zona de confort!). Y la idea que se tiene de "innovación" no ayuda demasiado, la verdad. Estoy seguro de que si pedimos a nuestros compañeros qué es lo primero que les viene a cabeza cuando se les habla de este concepto, seguro que la mayoría lo asocian con grandes proyectos, con el uso de nuevas tecnologías e Internet, romper el esquema tradicional de horarios, salir del aula... Y si, para rematar la faena, se les habla de metodologías como "the flipped classroom" o " gamificación" es posible que alguno abra la ventana y salte en el acto.

Pero... ¿alguien se ha parado a reflexionar sobre el significado de la palabra "innovación"? Lo mejor será que acudamos a la Real Academia de la Lengua, para que nos dé algo de luz al respecto. Según encontramos en el diccionario, "innovar" significa "mudar o alterar algo, introduciendo novedades". Reflexionemos, pues, sobre este concepto, porque seguro que tranquilizará a todos aquellos que no os consideráis capaces de innovar. Para ser un maestro innovador no hace falta ser un revolucionario, ni descubrir nada nuevo. Sólo es necesario CAMBIAR ALGO, INTRODUCIR ALGUNA NOVEDAD EN EL AULA.

Así pues, si no lo habéis hecho ya, os voy a proponer tres sencillas acciones que podéis llevar a cabo en vuestras aulas (si es que no lo habéis hecho ya) para empezar a "innovar":

1.- Realiza algún pequeño cambio en los agrupamientos de tu aula. Pasa del trabajo individual a plantear actividades en parejas, tríos, equipos y gran grupo. Procura que los grupos sean heterogéneos y equilibrados, y déjales un poco de margen para el trabajo, aunque estés controlando en todo momento lo que suceda en los mismos. No tengas miedo al ruído en el aula. Es lógico que suban los decibelios en clase, y debes permitirlo, siempre y cuando estén hablando sobre lo que corresponde. Para facilitarte la labor, hay muchísimas técnicas de aprendizaje cooperativo que pueden ayudarte y darte ideas.

2.- Diseña actividades que promuevan una "socialización rica" del aula, bien invitando a alguien ajeno a entrar en el aula e interactuar con tu alumnado (socialización de fuera - adentro) o bien llevándote a tus alumnos fuera del centro para sean ellos quienes interactuen con su entorno (socialización de dentro - afuera).

3.- Pregunta a tus alumnos y a sus familias. Atrévete a escucharles. Averigua cuáles son sus deseos, sus intereses, sus necesidades. Y, en la medida de lo posible, trata que estos se puedan cumplir en clase. Y, además, que puedan evaluarse, tanto a ellos mismos como a sus compañeros.

¿Es posible que todo eso ya lo hagas o lo hayas hecho? Entonces... ¡puedes considerar que, en algún momento de tu carrera, has sido innovador! Y ni siquiera hemos utilizado las tan temidas, pero no imprescindibles, TIC. 

A partir de ahí, y poco a poco, nos podemos plantear otras pequeñas acciones que se puedan llevar a cabo para favorecer el cambio de modelo de escuela que demanda la sociedad actual. Eso sí, para no agobiar a nadie, esos pasos siguientes los trataremos en una entrada posterior, ¿de acuerdo?

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