Sin embargo, todavía no me había detenido a reflexionar sobre mí mismo. Sobre cómo me desenvuelvo en el aula. Sobre cómo planteo yo al alumnado el proceso de enseñanza - aprendizaje. Y ésta no es una cuestión trivial. Todo proceso de cambio debería empezar por la autocrítica, el análisis de uno mismo.
Para ello, podría haber elegido muchos aspectos, pero creo que una tabla, de doble entrada, era lo más rápido, además de resultar visualmente sencillo y útil de entender. Éste soy yo, y así me comporto en el aula:

Y, ¿ahora qué? Mi intención es que este análisis sirva como punto de partida para mejorar. Evidentemente, debo ir "desterrando" las cosas que hago para enseñar como siempre, e ir avanzado en aquellas cosas que puedo hacer para enseñar como nunca. ¿Lo conseguiré? Ganas e ilusión no me faltan. Y, gracias a mis compañeros (reales y virtuales), a los MOOCs y otras actividades formativas, ayuda tampoco. Espero mostraros mis avances en este mismo blog. Buena señal sería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario