domingo, 3 de julio de 2016

VACACIONES



– ¡Hala! De vacaciones ya, ¿eh?
Puede que sin mala intención, con una envidia nunca confesada, el vecino me encuentra ocupado ordenando los trastos del garaje a primeros de julio y me formula la pregunta con un tono burlesco, como si le dijera: “¡Ya te he pillado!” a alguien que está cometiendo un delito.
Con palabras diferentes, en algunas ocasiones con una impertinencia estúpida, en otras con aparente simpatía; en la tienda, en el kiosco, en la peluquería… ¡hasta mi propia familia! Todos preguntan con ese toque malicioso que da a entender que disfruto de un tiempo que no me he ganado.
Y todos, absolutamente todos sin falta, terminan diciendo cosas como “los maestros sí que vivís bien…” o preguntan “¿qué? ¿Ya habéis terminado?” o “¿hasta cuándo tenéis vacaciones?”.
Estos comentarios, que llegan cada verano, son indefectiblemente animados por la prensa y la televisión, que encuentran en ello un tema infalible cuando no saben qué decir o escribir. De este modo, plantean encuestas del tipo: “¿Crees que las vacaciones escolares son demasiado largas?”. Un tipo de preguntas, dicho sea de paso, que les hacen ganar el aplauso de la audiencia, que consideran que “¡y tanto que lo son! ¡Escandalosamente largas!”, y replican que los niños y jóvenes tienen demasiado tiempo libre, que no saben qué hacer y terminan haciendo maldades y que, sobre todo, las familias no saben qué hacer con sus hijos pequeños ni dónde dejarlos.
La moda ha ido avanzando y se ha hecho intervenir en la cuestión a los abuelos, que se han convertido en las “víctimas” de la buena vida de la que disfrutamos los maestros y profesores.
Sin pensar, claro está, que cuando ellos estaban en edad escolar (como también yo lo estuve en su momento) tenían unas vacaciones más generosas, mucho más que las que ahora tienen los chicos y chicas. Pero una de las características de los adultos obtusos es que no saben ni quieren recordar que ellos también han sido niños, felices de jugar y campar alegremente. Es uno de los defectos que más se ha extendido entre los adultos supuestamente serios: han matado al niño que llevan dentro, y por eso son tan aburridos, monótonos y tristes.
Si fuesen mínimamente inteligentes y humanos, capaces de una breve reflexión, los adultos encuestados responderían a estas preguntas de la única forma sincera posible, diciendo cosas como que “tienen las que todos tendríamos que tener”, reclamando así mejoras para todos los trabajadores. Pero los mediocres enfurecidos piensan que, si no las pueden tener ellos, no las han de tener nadie. Por eso el mundo progresa al revés y escriben cartas a los periódicos y responden a encuestas con exabruptos que supuran una impotente envidia por todos los poros.
Para hacerles evolucionar y no repetirse tanto, les propongo que, cuando terminen con este tema que parece entusiasmarles tanto cada año, pasen a plantear encuestas o programas monográficos de debate que traten cuestiones del tipo: “¿Cuántos días asiste un diputado / a al cualquier parlamento?” (¡ojo! He dicho, “asiste”, no “trabaja”), o al contrario: “¿Crees que los diputados / as tienen unas vacaciones demasiado largas?” Y, una vez resueltas estas cuestiones (jugosas, por cierto), pueden pasar a hablar de las vacaciones de otros colectivos  (bomberos, policías, médicos…) para, al final, hacer la pregunta más importante de todas: “Los hijos que usted ha tenido, ¿porqué los ha tenido? ¿para que se los entretengan otras personas tanto tiempo como sea posible?”
Siendo mala persona, como sé que soy, y padre de dos niñas pequeñas, cuando éstas se empeñan en pelear y no hacer caso, también he tenido tentaciones de organizar una manifestación o una recogida de firmas reivindicando que los colegios abran veinticuatro horas al día, todos los días del año (quizá excepto por Navidad y Reyes, que son fiestas muy entrañables). Pero cada vez que me pasa por la cabeza promover una de estas campañas, recuerdo que mis hijas son MÍAS, que las he querido tener VOLUNTARIAMENTE,  y que resulta que LAS QUIERO, es decir, que me toca aguantar.
Sea como sea, todo eso viene a cuento para aclarar que un servidor, como la mayoría de compañeros y compañeras, no escogimos esta profesión porque no teníamos otra cosa mejor que hacer, ni porque quisiéramos seguir teniendo, de mayores, las mismas vacaciones que cuando éramos niños, sino porque adoramos compartir nuestro tiempo con los alumnos, ayudarles a crecer, ver cómo aprenden… Y si vosotros, padres / madres,  decís que no podéis con ellos y que no tenéis paciencia, cuando entre el tiempo que están en la escuela y el que les apuntáis a extraescolares, solamente estáis con ellos unas pocas horas diarias (¡y son vuestros hijos!), imaginad si nosotros, que estamos con unos veinticinco niños / as aproximadamente, una media de cinco horas diarias, tratando de captar su atención, motivándoles al trabajo, imponiendo algo de disciplina e intentado ganarnos su respeto a pesar de la poco autoridad que nos conferís; imaginad, digo, si después de diez meses de trabajo no tenemos bien merecido este tiempo de descanso.
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viernes, 1 de julio de 2016

LO QUE NO TE HAN CONTADO DE #XARXALLIBRES (y también deberías saber)


Estos días se está hablando mucho del programa #XarxaLlibres, una iniciativa de la Conselleria d'Educació de la Comunidad Valenciana para, según se puede ver en el banner de su página web, establecer la gratuidad de los libros de texto.

¿Qué es exactamente #XarxaLlibres? ¿Qué condiciones establece para los participantes? Y lo más interesante de todo, ¿qué otros objetivos subyacen tras esta, a priori, maravillosa e indiscutible idea? Veámoslos...

#XarxaLlibres:
En primer lugar, aunque a los políticos responsables de este este programa se les llena la boca con la palabra "gratuidad", en realidad #XarxaLlibres es una ayuda parcial para la adquisición de los libros de texto para el curso 15-16. La cuantía máxima a percibir por alumno es de 200€, y establece que la pagarán entre la Generalitat, las Diputaciones y los Ayuntamientos que decidan adherirse voluntariamente a este programa. ¡Ojo a esta trampa, porque la repetirán más adelante! ¿Qué ayuntamiento va a negarse a participar en #XarxaLlibre? Aquellos en cuyos municipios también gobierne el PSOE o Compromís, obviamente no. Y, si los municipios donde gobiernen otros partidos deciden no hacerlo, están cometiendo un suicidio político que pagarán en pérdida de votos durante lo que queda de siglo. Por lo tanto...

La única condición que se establecía a las familias que se acogieran participar en #XarxaLlibres es que al finalizar el curso deben devolver los libros subvencionados a los centros, para que estos los custodien y organicen el reparto de cara al curso siguiente. En principio, debo decir que #XarxaLlibres no me parece una mala idea, sino todo lo contrario. De hecho, dudo que ningún partido político o ciudadano particular pueda discutir sobre la propuesta en sí. Sin embargo, sí que hay un par de cuestiones que me planteo, a nivel particular:

1.- ¿Es justo que todos los ciudadanos tengan las mismas ayudas y las mismas condiciones para recibirlas? ¿Da lo mismo que seas hijo del empresario más acaudalado de la Comunidad Valenciana o que seas un parado de alta duración sin apenas ingresos? Personalmente, la universalidad de la medida no me parece lo más adecuado, pero ése sería otro debate. Entiendo que pueda haber opiniones muy diversas, y todas ellas muy respetables, por supuesto.

2.- ¿Es éste el mejor momento para acometer un gasto de esta magnitud? La Comunidad Valenciana acumula una deuda de más de 4.000 millones de euros. De hecho, los colegios concertados acumulan un retraso en el cobro de los conciertos de varios trimestres. ¿No sería mejor intentar ponerse al día en tus pagos antes de embarcarse en nuevos gastos? Como he dicho antes, seguro que habrá opiniones diversas.




Banco de Libros:
Terminada la segunda fase de #XarxaLlibres (en realidad, todavía no ha terminado, veremos cuándo cobran las familias), es hora de hablar de su hijo bastardo, el Banco de Libros.
Como vemos en el gráfico ofrecido por Conselleria, establece el propósito de tener libros gratuitos para el curso 2016-2017. ¿Es esto posible? Vamos a verlo con detalle:

En primer lugar, la ley establece que se trata de un programa voluntario, tanto para los centros como para las familias. ¿Recordáis lo que he comentado anteriormente de los ayuntamientos? Pues bien, volvemos a encontrarnos con esta trampa. ¿Qué centro se niega a participar en un programa que promueve la gratuidad de los libros de texto para sus familias? Especialmente, cuando próximamente nos tienen que renovar los conciertos educativos, pocos colegios concertados se arriesgarán a que la administración autonómica, cuya política es claramente la supresión de la escuela concertada, tenga argumentos para denegárselos. Por otra parte, con el descenso de natalidad y la lucha inmisericorde que hay entre centros para conseguir alumnos, si la competencia más cercana participa en el programa, resulta difícil negarse a hacerlo. Además, como los libros en 1º y 2º de Primaria no son reutilizables, la Conselleria entregará un cheque-libro por valor de 160€ a las familias, pero solamente en aquellos centros que participan en el programa del Banco de Libros. Es decir, no participar supone negar a nuestras familias de estos cursos la ayuda económica...

Como hemos visto anteriormente, la subvención  del programa #XarxaLlibres no cubría la totalidad de los libros de texto, y la ley establecía que las familias tienen que devolver los libros subvencionados. Es decir, en los colegios tenemos una serie de lotes de libros incompletos. Posteriormente, a las familias no participantes en #XarxaLlibres de les daba la oportunidad de participar en este segundo programa, Banco de Libros. La participación en este plan sí que implica que deben entregar todos los libros del curso. ¿Qué problema tiene esto? Pues que los cursos, por diferentes circunstancias, no tienen siempre el mismo número de alumnos, ni todas las familias participan en este programa, ya que hay algunas que deciden pasar los libros a conocidos o familiares directamente. Por tanto, nos encontramos con cursos con menos lotes de libros de los que necesitamos.  ¿Cómo se completa esto? En estos momentos, la legislación ya publicada establece que los centros públicos tendrán una dotación presupuestaria para que los propios colegio completen los lotes. ¿Y los concertados? Pues, ahora mismo, no hay nada concreto, salvo que dispondrán de una subvención. Pero... ¿qué subvención? ¿De qué cantidad? ¿Con qué condiciones? Es decir, los colegios concertados han tenido que decidir si participan en un programa sin saber en qué condiciones lo van a hacer.


                                                               * Procedencia de la imagen

Sigamos con la dificultad de completar los lotes. La ley establece que el centro no está obligado a reponer todo lo que falte para que los lotes de libros estén completos, sino solamente a reponer los ejemplares en mal estado. El resto es obligación de las familias participantes. Nos encontramos, de nuevo, con un problema, ya que habrá familias que hayan entregado lotes completos y se lleven lotes incompletos, ya que el centro no dispone de suficientes ejemplares. En esos casos, deben comprar ellos los libros que falten, a sabiendas que la ley establece que a final de curso los deben devolver todos al centro, aunque la propiedad de los mismos tampoco es de ellos, sino de los ayuntamientos. Un lío, ¿verdad?

A todo eso, no nos hemos metido todavía en el estado en el que estén los libros de texto, porque la ley establece que es responsabilidad de los colegios catalogarlos y descartar aquellos que estén en mal estado. Este primer año tenemos la instrucción de que todos son válidos, siempre que tengan tapas, no les falten páginas y se puedan leer. Pero para el curso que viene las condiciones son mucho más estrictas. Los libros prestados hay que devolverlos en el mismo estado, pero los nuevos no pueden estar ni siquiera subrayados. ¿Alguien de la administración se ha planteado que el subrayado o la toma de notas al margen son técnicas de estudio que en algunas escuelas, en algunos niveles, trabajamos? Bueno, pues a partir de ahora, ya no podremos.

Toca hablar ahora del tema de la subvención para la reposición/renovación de libros en mal estado. En primer lugar, dejar claro que son las familias quienes tienen que comprar los ejemplares en caso de que los pierdan o hagan un mal uso de ellos. Pero claro está, con el tiempo y tras pasar por varios manos, lo lógico es pensar que se irán estropeando. En esos casos, es el colegio quien los tiene que reponer, y es ahí donde toca hablar de la famosa subvención, cuya regulación se supone que saldrá a lo largo del mes de julio. Los rumores dicen que la administración ha calculado que el valor de los libros de texto de un alumno de Primaria es de 175€. Cualquiera que tenga hijos en esta etapa educativa sabe que eso es ridículo, pero bueno. Se rumorea que la subvención que la administración dará a los colegios será de un 10% máximo por alumno. Pero, ¿un 10% de qué cantidad? ¿De los 175€ (es decir, 17'5€ por alumno? ¿O un 10% del valor de lo que se reponga? En el mejor de los casos, recibiendo 17'5€ por alumno, no cubre apenas ni un libro. En el segundo caso, pongamos que se repone un libro cuyo valor es de 20€, el colegio recibiría una subvención de 2€. ¿Quién paga el resto? ¿Los colegios? Para los concertados esto resulta, sencillamente, insostenible. Y además, hay que tener en cuenta que los centros mandarán a la administración una solicitud para la subvención, y la administración establecerá anualmente la cuantía que se le concede a cada centro.

Aun a riesgo de extenderme más de la cuenta en mi artículo, no puedo dejar de comentar el tema de la adquisición de los libros de texto. Las AMPA de los colegios concertados suelen organizar su propia venta de libros, siendo ésta una fuente de ingresos importante que ayuda al mantenimiento de los mismos, ya que los conciertos no cubren, ni de lejos, los gastos ordinarios y de funcionamiento del mismo. ¿Puede el colegio comprar los libros a sí mismo? En ese caso.... ¿ a nombre de quién hace la factura? Porque nadie puede emitir una factura a nombre de sí mismo, ya que eso es, fiscalmente, fraude. ¿Cuál es la respuesta de la Conselleria? ¡Pues no vendáis libros de texto! Es decir, un nuevo intento de ahogar económicamente a los colegios concertados, haciéndoles perder ingresos y dificultando su supervivencia, que es, casi con toda seguridad, el objetivo oculto tras todo esto.

Podría hablar de muchas más cosas, ya que quedan muchísimas preguntas, dudas e incertidumbres. Por ejemplo, la ley establece que participar en el Banco de Libros implica el compromiso de mantener los libros de texto durante 4 años. Pero, ¿y si las editoriales los cambian? ¿Y si cambia la ley? Otra cuestión importante, ¿qué sucede con las licencias digitales que tienen los libros de texto, cuya vigencia es de un único curso? Participando en el banco de libros, estoy negando a mis hijas la posibilidad de entrar en los recursos digitales que van asociados al libro...

Como podéis ver, en ningún momento he comentado la cantidad de trabajo "extra" que todo esto nos está suponiendo a los maestros en un momento del curso en el que la carga de tareas ya es importante. Creo que ningún profesional comprometido con su trabajo se quejará de esto. Es más, bienvenido sea si ello supone un beneficio para las familias.

Solamente, y ya para terminar, le pediría una cosa al Conseller Marzà: que la próxima vez que tenga una idea de éstas, la madure un poco antes de aplicarla. Que se pase por los colegios y podamos transmitirles los pros y los contras de la misma. Y, por supuesto, que se trate de lo que se trate, las condiciones para los centros públicos y los concertados sean las mismas.


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